Las casas situadas sobre un río, lago o incluso mar son una realidad en diferentes países del mundo. Este tipo de viviendas suelen situarse donde el agua cubre la mayor parte del territorio, y donde la población tiene que adaptarse a vivir en este tipo de casas, no sólo de manera provisional o vacacional, sino también de forma permanente.
Un segmento de la población ve en las casas flotantes una opción para poder salir de la rutina de las grandes ciudades donde residen y así, poder disfrutar de un cambio con un ambiente tranquilo durante una temporada.
Existen diferentes tipos de casas flotantes: las que permanecen estáticas; las que yacen sobre el agua, como los barcos amarrados a los canales o lagos, o aquellas que incorporan un motor para poder moverse con su propia vivienda.
Países como Holanda son un ejemplo en este tipo de viviendas flotantes. El espacio para poder construir en tierra es reducido, y buscan una solución creando su vivienda en los canales del país.
Éste tipo de prácticas no se encuentran únicamente en las ciudades holandesas, sino que otros países incorporan este tipo de viviendas para dar modernidad y creatividad a sus calles. Hay personas realmente apasionadas del agua y levantan sus propias casas sobre el agua, construyen grandes maravillas como chalets de lujo sobre aguas cristalinas o incluso urbanizaciones en arrecifes corales. Las oficinas sobre el agua ya no son novedad, ya que muchas son las personas que se levantan para ir a trabajar y contemplan vistas inimaginables.
Actualmente existen grandes agencias para el alquiler de este tipo de viviendas. Familias, grupos de amigos e incluso pensionistas hablan de este tipo de experiencias como algo inolvidable.
