Se puede estar dentro del umbral de exclusión en tres casos.
- Si los ingresos de la familia no superan el límite de tres veces IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples). Este es el índice empleado en España para la concesión de becas, ayudas, etc. Si algún miembro de la familia tiene una minusvalía superior al 33%, dependencia o enfermedad que le incapacite para trabajar, deberá superarse en cuatro veces el límite de IPREM. En caso de que algún miembro sufra parálisis cerebral o cualquier enfermedad mental o una minusvalía superior al 65% se deberá superar en cinco veces el IPREM.
- Cuando la economía familiar ha sufrido alteraciones significativas en los últimos cuatro años. Se entiende que ha sucedido esto cuando la hipoteca se haya multiplicado por 1,5. En este caso se consideran más vulnerables las familias numerosas, las familias monoparentales con dos o más hijos, familias con menores de tres años o familias con discapacitados.
- Cuando la hipoteca resulta superior al 50% de los ingresos que recibe la familia.
La pertenencia al umbral de exclusión se realiza de forma voluntaria a un Código de Buenas Prácticas. Así, se intentará reestructurar la deuda de la unidad familiar para adaptarla mejor a sus necesidades y para que pueda hacer frente a su pago.
