Casas encantadas en España (IV)

Casas encantadas en España (IV)
29 agosto, 2019 REDPISO

Cuarta y última entrega del serial sobre las casas encantadas más famosas de España, adentrándonos en la leyenda que esconden. Antiguos caserones y hospitales embrujados, escenarios de películas…

Casa de las Sirenas (Sevilla)

Año de construcción: 1864

Historia

También hay casas encantadas en zonas emblemáticas de grandes ciudades. Esta es obra del arquitecto Joaquín Rodríguez Ayarragaray y fue levantada en 1864 por encargo del Marqués de Esquivel. Con su ático abuhardillado y sus tejados de pizarra, seguía una estética claramente francesa que se diferenciaba del resto de mansiones que jalonaban la Alameda de Hércules.

Seis años después de su inauguración, el marqués vende la propiedad y esta fue cambiando de manos e incluso llegó a funcionar, durante un tiempo, como casa de citas. Una de las familias que habitó hasta los años 50 esta casa fueron los Portilla, una familia bien avenida que, según la leyenda, tenía un hijo homosexual. Éste habría negado su condición al considerarla pecaminosa, por lo que se recluyó en la casa sufriendo hasta el fin de sus días.

Otra leyenda cuenta que el joven no se enclaustró voluntariamente, sino que la familia, avergonzada de la “mancha” que supondría en su buen nombre, lo mantuvo encerrado e incluso maniatado, durante años.

La casa quedó abandonada y en los años 80 sus techos se vinieron abajo. Las rejas que cubrían sus ventanas fueron robadas y las esculturas de las sirenas que le dieron nombre a la propiedad acabaron en casa de un anticuario de Castilleja de la Cuesta.

Es entonces cuando comienzan los rumores de que la casa está encantada: voces, figuras que vigilaban a los viandantes desde las ruinosas ventanas… Parecía que el sufrimiento del joven había impregnado el palacete. En 1992, el Ayuntamiento de Sevilla inicia los trabajos de demolición y reconstrucción de la finca y la convierte en un centro cultural. Es entonces cuando los sucesivos guardias de seguridad del edificio afirman ver una figura que deambula y siempre se dirige a las antiguas caballerizas de la casa.

Hospital del Tórax (Tarrasa, Barcelona)

Año de construcción: 1952

Historia

El edificio

Inaugurado en 1952, el Hospital del Tórax nació como respuesta (algo tardía) a la gran cantidad de enfermedades respiratorias que había en Cataluña. Sin embargo, los nuevos tratamientos contra la tuberculosis y otras enfermedades pulmonares hicieron innecesario el centro 18 años después, por lo que pasó a ser un hospital general. El recinto, rodeado de pinares, contaba con dos alas principales y nueve plantas. Tenía una extensión de 60.000 m² y 1.500 habitaciones. Tras su cierre en 1997 cayó en desuso hasta que se restauró para albergar el Parque Cinematográfico de Cataluña.

“La jungla”

Durante los años en los que estuvo operativo, el hospital registró el mayor índice de suicidios del país. Algunos enfermos, atormentados por una larga enfermedad o por el abandono al que se veían sometidos, se arrojaban desde la novena planta al frondoso jardín, al que se le llamaba “la jungla” debido a los gritos de éstos al caer.

Los pacientes vivían casi recluidos y el único contacto que mantenían con el exterior era telefónico o mediante la emisora de radio del centro. Las estadísticas nos dejan una imagen muy siniestra: el enfermo permanecía una media de un año en el hospital hasta su muerte, por enfermedad o suicidio.

Por si fuera poco, en el año 2003, cuando el centro había caído en el total abandono, la Guardia Civil detuvo a un joven de 19 años por robar restos humanos de un almacén.

Un lugar en el que ha habido un sufrimiento tan intenso no podía quedar libre de leyenda. Los trabajadores del antiguo hospital relataban sonidos pasos inexplicables cuando se encontraban solos haciendo sus rondas. Una vez que el edificio quedó en desuso, muchos investigadores de lo paranormal comienzan a grabar psicofonías; según estos, se recogieron varios gritos en el jardín conocido como “la jungla”. Otra zona con especial actividad paranormal fue la capilla, en la que, según muchos, se celebraron rituales satánicos cuando el hospital fue abandonado.

Sea como sea, el Hospital del Tórax es hoy un estudio cinematográfico en el que se han grabado muchas películas de terror, como Frágiles, Los ojos de Julia o la segunda y cuarta entrega de [REC]; y es que a veces la realidad es el mejor decorado para la ficción.

Hospital Verge del Toro (Mahón, Menorca)

Año de construcción: 1956

Historia

Clausurado en 2007 tras más de 60 años de actividad, el Hospital Verge del Toro vivió una serie de fenómenos inexplicables que hicieron que la propia Guardia Civil tuviera que intervenir sin que al final quedase nada claro. Ahora se ha iniciado su restauración.

En la madrugada del 6 de noviembre de 2007, la Guardia Civil de Mahón recibe el aviso del vigilante de seguridad de turno del Hospital Verge del Toro de Mahón, que afirmaba que había ruidos y sospechaba que algún ladrón se habría colado en el hospital, clausurado unos meses atrás.

Cuando la Guardia Civil se persona allí, se entrevista con el vigilante y comienza a inspeccionar el edificio. De lo que vieron y oyeron aquella noche, levantaron un acta en la que se relatan los hechos inexplicables de que fueron testigos:

“Pensamos que eran ladrones que se habían colado y empezamos a inspeccionar el hospital. En la quinta planta vemos luces que se encienden y apagan, y subimos. Pero no hay nadie. Sin embargo, escuchamos de repente risas y susurros. Entonces pensamos que los ladrones están escondidos y pedimos refuerzos”.

Es entonces cuando se incorpora a la ronda la Policía Nacional. Allí, los ocho efectivos desplegados, incurren en que hay muebles y material quirúrgico pesado que ha sido desplazado de las habitaciones a los pasillos en el transcurso de diez minutos que hubo entre ambas rondas:

“Desde la primera inspección habían pasado diez minutos y era imposible que alguien los hubiera movido porque habríamos escuchado el ruido. Una cama que habíamos visto en un cuarto de repente estaba en medio del pasillo”.

Se incorpora el Grupo Cinológico a la investigación y comienzan a inspeccionar las instalaciones con un perro adiestrado. El animal se comporta de manera extraña:

“No quiere salir. Está muy nervioso y hace movimientos muy fuertes. El guía le da tirones para que salga, pero el animal se frena. El experto canino le arroja un juguete al pasillo, de los utilizados con los perros adiestrados, pero el can sigue paralizado. Fue inaudito, nunca pasa. Le tiras el juguete al fondo del mar y va a por él. Nos quedamos muy sorprendidos”.

Según relató el agente, a continuación se encendieron de manera repentina las luces de la planta y, primero sorprendidos y luego aterrados, fueron testigos de la aparición y desaparición de una figura que parecía humana:

“Era alta, delgada y vestía con una especie de camisón. El pelo lo llevaba muy largo, le cubría medio hombro y se asomaba, temerosa”.

Estando a apenas 25 metros de ella, le dan el alto y le piden que se identifique. La sombra no reacciona y de nuevo le piden que se detenga e identifique. Los agentes sacan sus armas y la encañonan:

“No reacciona en absoluto, sólo nos observa. De repente, desaparece. Vamos a esa esquina y ya no está. Lo más increíble es que están todas las puertas y ventanas selladas. Esa quinta planta era para enfermos mentales, así que las medidas de seguridad eran muy estrictas.”

 

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