Muchas veces notamos como nuestra red wifi en casa se ralentiza o directamente se corta. En unas ocasiones el problema es de la compañía, pero en otras el problema lo encontramos en casa. Hay formas para hacer que el wifi vaya más rápido, y vamos a recopilarlas en este post.
Ubicación
Una de las cuestiones principales a tener en cuenta es dónde colocamos el router. Aquí hay que tener en cuenta dónde está y de qué está rodeado. Es un aparato que funciona mejor en ubicaciones altas y céntricas de la vivienda, algo lógico si pensamos que debe surtir de wifi a toda la casa y esto facilitaría su función. Además, situarlo detrás de otros objetos hará que funcione peor.
Hay que contar con que algunos electrodomésticos pueden llegar a provocar interferencias en la conexión. Por ejemplo: microondas, teléfonos fijos inalámbricos, cámaras de vigilancia, monitores y pantallas de televisión o incluso monitores para bebés. Lógicamente es recomendable alejar el router de estos objetos, aunque por la función que tienen por ejemplo las pantallas es complicado mantenerlas alejadas.
Eso sí, los electrodomésticos que más dificultad el correcto funcionamiento del wifi son los frigoríficos, las lavadoras y los radiadores. El motivo principal es el agua de sus tuberías, aunque algunos materiales como la piedra, el ladrillo y el yeso, así como la mayoría de las paredes también actúan como barrera bloqueadora de la red.
Pero no termina ahí. También los muebles (especialmente los de metal) y los espejos, incluso las personas (en caso de ser una zona concurrida), pueden afectar a la calidad de la conexión.
¿Dónde debemos colocar el router?
Pensemos en el router como una bombilla: cuanto más alto y más a la vista esté, más luz dará. No debe estar, por tanto, dentro de un mueble, ni tapado por algo. Tampoco en el suelo, ni en las ventanas o en la entrada (malgastamos gran parte de la zona de cobertura). La ubicación más habitual es junto a la televisión, la consola y el DVD, rodeada de cables. Esto no es nada positivo, porque estos aparatos no sólo interfieren en la señal, sino que además aumentan la temperatura del router y eso hace que la calidad de la señal empeore.
Como hemos citado anteriormente, debe situarse en un lugar céntrico de la casa (por ejemplo, el salón) para que cubra la mayor cantidad de espacio posible. ¿Y si no es suficiente y deja zonas sin cobertura? Siempre tenemos la opción de hacernos con un repetidor wifi o pensar en la conexión por cable.
Otro tema a vigilar es la colocación de las antenas. No todos los routers tienen, pero en caso de que así sea debemos saber que hay dos tipos:
- Routers de dos antenas: es recomendable que las antenas formen una L o un ángulo de 90º.
- Routers de más de dos antenas: las antenas deben formar una W o un abanico (como se muestra en la imagen).
Otro consejo es tener cuidado con los “invitados” a nuestra red. El Instituto Nacional de la Ciberseguridad (INCIBE) cifra en un 12% la cantidad de internautas españoles que piratean otras redes.