Con la llegada del otoño y los primeros días de frío, el gasto energético en los hogares vuelve a aumentar. Sin embargo, ahorrar en la factura de la luz no significa pasar frío ni renunciar al confort. Con algunos hábitos inteligentes y pequeñas mejoras en casa, es posible reducir el consumo sin notar la diferencia.
Te contamos cinco trucos eficaces, sencillos y económicos para mantener el bienestar en tu hogar sin que tu bolsillo lo sufra.
Aprovecha al máximo la luz natural
Durante los meses de otoño, los días son más cortos, pero la luz solar sigue siendo una aliada. Mantén las persianas abiertas durante las horas de sol y coloca los muebles más utilizados cerca de las ventanas para aprovechar la claridad natural.
Además, sustituir las bombillas tradicionales por LED de bajo consumo puede reducir el gasto eléctrico hasta un 80 %. Aunque su precio inicial sea ligeramente superior, se amortiza en pocas semanas gracias a su duración y eficiencia.
Controla el consumo de los electrodomésticos
Los electrodomésticos son responsables de casi la mitad de la factura eléctrica. El truco está en utilizarlos de forma inteligente.
– Programa la lavadora y el lavavajillas en horario valle si tu tarifa es por tramos.
– Lava con agua fría siempre que sea posible.
– Evita dejar los aparatos en modo standby, ya que siguen consumiendo electricidad.
Si tienes un frigorífico antiguo, valora sustituirlo por uno con etiqueta energética A o superior. Puede reducir el consumo anual en más de un 40 %.
Regula la temperatura sin abusar de la calefacción
El otoño es una época intermedia: no hace tanto frío como en invierno, pero los hogares tienden a encender la calefacción antes de tiempo. Cada grado adicional puede aumentar el gasto energético un 7 %.
La temperatura ideal para el confort es de 19 a 21 °C durante el día y 17 °C por la noche. Si vives en una zona fría, usa burletes en puertas y ventanas para evitar fugas de calor. Son baratos, fáciles de instalar y muy eficaces.
Otra buena inversión es un termostato programable, que te permitirá mantener una temperatura constante sin excesos.
Desconecta lo que no usas y revisa la tarifa eléctrica
Parece obvio, pero muchos hogares mantienen cargadores, televisores o routers conectados las 24 horas. Ese “consumo fantasma” puede representar hasta el 10 % del gasto mensual.
Utiliza regletas con interruptor o enchufes inteligentes para desconectar varios dispositivos a la vez. Además, revisa periódicamente tu tarifa eléctrica. Las comercializadoras actualizan sus precios con frecuencia, y cambiar a una tarifa más ajustada puede suponer un ahorro anual importante sin alterar tus rutinas.
Aísla mejor tu vivienda y revisa el mantenimiento
Un buen aislamiento térmico no solo es clave en invierno. También en otoño ayuda a mantener el calor natural del hogar sin depender tanto de los sistemas eléctricos.
Comprueba el estado de las juntas de las ventanas, utiliza cortinas gruesas y aprovecha las alfombras para evitar la sensación de frío en el suelo. Si tu edificio lo permite, instalar burletes o láminas aislantes en las ventanas puede reducir el gasto en calefacción hasta un 25 %.
Además, limpia los filtros de radiadores y aparatos eléctricos para garantizar su eficiencia. Un mantenimiento básico evita consumos innecesarios.
Ahorrar en la factura de la luz es una cuestión de hábitos. No hace falta hacer reformas ni invertir grandes sumas: basta con optimizar el uso de la energía y revisar las rutinas diarias.
Aprovechar la luz natural, aislar bien la vivienda, regular la temperatura y desconectar lo que no se usa son acciones sencillas que generan un impacto inmediato. Porque cuidar el consumo no solo ayuda al bolsillo, también contribuye a un hogar más sostenible y responsable. Más información sobre eficiencia energética y hogares inteligentes en la web del Ministerio para la Transición Ecológica.
