Mucho se ha hablado de las referencias en el mundo del arte. Por ejemplo, sabemos que Kubrick, Scorsese y Guillermo del Toro adoran a Fellini, o que Sabina admira a Bob Dylan… Todos hemos oído entrevistas de un escritor hablando de qué obras le han inspirado, o hemos estudiado la influencia de un periodo artístico en otro. Hoy, en el Día Mundial de las Arquitectura, queremos conocer algunas de las obras más admiradas por los arquitectos a través de los siglos.
Alejandro García es arquitecto, profesor asociado en la escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid y Director Ejecutivo de las iniciativas de la Fundación Richard Driehaus en España y Portugal. Alejandro contó a idealista.com cuáles son sus obras arquitectónicas favoritas a nivel mundial.
Complejo de La Alhambra y el Generalife de Granada
“Más allá de ser de una calidad, una belleza y una armonía que no han sido igualados hasta la fecha, se trata de un conjunto que de algún modo resume y amplifica el mejor legado de varios siglos de cultura hispano-musulmana. Resuena en él la herencia de la Córdoba califal, el Toledo taifa y la Sevilla mudéjar, al tiempo que se erige en prefacio de la arquitectura que enriquecerá ciudades norteafricanas como Marrakech con la llegada de los artesanos andalusíes. Pese a estar construido con los más sencillos materiales, fundamentalmente tierra, madera, ladrillo y yeso, llega a la excelencia en el dominio de los ritmos, las proporciones, las transiciones, las transparencias y, por encima de todo, de las artes de la construcción. Cada yesería, cada mosaico de azulejería, cada madero tallado supone una lección de geometría y de habilidad técnica”.
Panteón de Roma (118-125)
“Su sencilla perfección geométrica e imponentes solidez y dimensiones, lo convierten en una obra maestra de la arquitectura de todos los tiempos. Traspasar su umbral sobrecoge a quien lo visita cuantas veces se acceda a él. El haz de luz que atraviesa su óculo abierto al cielo hace a este espacio, aparentemente estático, un lugar siempre cambiante, siempre nuevo y diverso. La centralidad que subraya el mismo óculo convierte a este templo en una suerte de axis mundi intemporal. Incontables generaciones lo han admirado, estudiado y conservado sin que haya perdido un ápice de su fuerza original”.
Conjunto del Monte del Templo de Jerusalén
“En sus piedras puede leerse buena parte de la historia del Mediterráneo oriental. Lugar sagrado durante milenios, trascendental para las tres principales religiones monoteístas, su magnetismo reside en su compleja estratificación material y espiritual. La arquitectura sólida, dirigida a la eternidad, de la Antigüedad emerge en los ciclópeos sillares del Muro de las Lamentaciones y en las galerías adyacentes, el abstracto refinamiento de las artes bizantinas y omeyas se ve reflejado en la Cúpula de la Roca y estilizadas obras mamelucas embellecen el conjunto”.
Plaza de Armas del Cuzco (1534)
“Erigida sobre el sustrato de la civilización incaica, que tuvo en el Cuzco su capital, su monumentalidad, su carácter y sus dimensiones nos permiten comprender a un tiempo la envergadura del legado hispánico en América, la proyección de esta herencia hacia el presente y el mestizaje del mismo con las culturas que lo precedieron y enriquecieron”.
Conjunto de la Plaza de San Marcos de Venecia
“La Serenísima República de Venecia expandió sus redes comerciales por todo el Mediterráneo. Está presidida por el templo de San Marcos, de marcado carácter bizantino y monumento a la excelencia de los gremios artesanos del medievo, y articulada por la aguja de su famoso Campanile, afortunadamente reconstruido a comienzos del pasado siglo. La vista desde la delicada logia del Palacio Ducal hacia San Giorgio Maggiore, la isla de la Giudecca y el arranque del Gran Canal es un espectáculo de Síndrome de Stendhal”.
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