
A todos nos gustaría tener una casa con techos altos y es una oportunidad para cualquier profesional de la decoración. Y es que una vivienda con techos altos supone un aprovechamiento extra del espacio, sobre todo cuando estamos acostumbrados a pensar en la distribución de las casas en planta, largo por ancho, olvidando la tercera dimensión, la altura.
Si la casa es pequeña y se aprovecha todo el volumen ganaremos una zona extra y nos servirá también para dar valor a la vivienda pues conseguiremos ampliar sus metros útiles.
La altura aproximada de una casa es de 2,5 m por lo que disponer de una vivienda que tenga 3 m hoy en día ya es un lujo. El uso de falsos techos nos permitirá disfrutar de dos niveles en los techos y así dar movimiento al espacio, creando transiciones que harán las circulaciones entre las estancias de la vivienda mucho más ricas.
Los falsos techos también nos dan la posibilidad de aprovechar las zonas donde el techo baja para crear un espacio extra de almacenamiento, que en casas con espacio limitado siempre viene muy bien. El nivel más bajo se puede utilizar para el paso de instalaciones o para incluir iluminación empotrada, así aumentaremos la riqueza espacial.
Si la altura es mucha nos puede servir para crear directamente un altillo que nos sirva para ganar espacio y darle otro uso: una zona de lectura, un pequeño rincón para escuchar música…Espacios íntimos para estar relajados fuera de la zona de estar de toda la familia.
En viviendas con techos altos no podemos olvidarnos de las posibilidades que ofrecen sus paredes. Se pueden utilizar para colocar cuadros de grandes formatos o instalar librerías de grandes dimensiones.