Los Juegos Olímpicos representan el pináculo del logro deportivo, y a lo largo de su historia, algunos atletas han destacado no solo por su talento, sino también por su capacidad para acumular medallas. Entre estos deportistas, unos pocos se han convertido en leyendas vivientes debido a su impresionante número de victorias. A continuación, exploramos a los deportistas olímpicos más laureados de todos los tiempos, cuyas hazañas han dejado una huella imborrable en la historia del deporte.
Michael Phelps
Michael Phelps, el nadador estadounidense, es indiscutiblemente el atleta olímpico más laureado de todos los tiempos. Con un total de 28 medallas, 23 de ellas de oro, Phelps ha dejado una marca que probablemente perdurará por generaciones. Participó en cuatro Juegos Olímpicos (Atenas 2004, Beijing 2008, Londres 2012 y Río 2016), donde demostró ser imbatible en eventos como los 200 metros mariposa y los 200 metros combinados.
Larisa Latynina
La gimnasta soviética Larisa Latynina es otra figura icónica en la historia olímpica. Con 18 medallas en total, 9 de ellas de oro, Latynina dominó la gimnasia femenina durante tres ediciones de los Juegos Olímpicos (Melbourne 1956, Roma 1960 y Tokio 1964). Su versatilidad y consistencia la hicieron destacar en una era donde la competencia era feroz.
Paavo Nurmi
Conocido como el «Finlandés Volador», Paavo Nurmi es una leyenda en el atletismo. Ganó un total de 12 medallas olímpicas, 9 de oro, entre 1920 y 1928. Nurmi se especializó en carreras de larga distancia y su dominio en eventos como los 5.000 y 10.000 metros lo colocó en un pedestal como uno de los mejores atletas de todos los tiempos.
Mark Spitz
Antes de Michael Phelps, otro nadador estadounidense, Mark Spitz, era considerado el rey de la piscina. En los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, Spitz ganó 7 medallas de oro, estableciendo récords mundiales en cada evento. En total, Spitz acumuló 9 medallas de oro a lo largo de su carrera, un hito que permaneció insuperable durante décadas.
Carl Lewis
El «Hijo del Viento», Carl Lewis, es una figura legendaria en el atletismo. Con 10 medallas olímpicas, 9 de ellas de oro, Lewis brilló en eventos como los 100 metros, 200 metros y el salto de longitud. Su carrera abarcó cuatro Juegos Olímpicos (1984, 1988, 1992 y 1996), consolidando su lugar como uno de los atletas más versátiles y exitosos de la historia.
Estos atletas no solo han acumulado medallas, sino que también han inspirado a generaciones con su dedicación, talento y espíritu competitivo. Sus logros en los Juegos Olímpicos son testimonio de lo que se puede alcanzar con esfuerzo y determinación, estableciendo estándares de excelencia que continúan motivando a deportistas en todo el mundo.