Si estás pensando en vender o alquilar tu casa, posiblemente una de las primeras cosas que te han venido a la mente sea cómo conseguir la tasación. Este proceso es indispensable a la hora de conocer el valor real de tu vivienda para poder comenzar a jugar con los precios. Hay que remarcar que tasación y valoración no son exactamente lo mismo.
Ahora bien, ¿sabes realmente cómo funciona este proceso? Vamos a recopilar algunos puntos clave para ir entendiendo paso a paso los procedimientos de una tasación para que conozcas cuáles pueden ser los puentes fuertes de tu vivienda.
El proceso de tasación de una casa
Lo primero que debes hacer es solicitar la tasación a una empresa especializada en ello. Es decir, a una empresa o compañía tasadora. Esta empresa se encargará de solicitar cualquier documento necesario para comenzar con el proceso.
Para valorar la vivienda, el tasador se fijará en aspectos fundamentales como por ejemplo el estado del edificio, la ubicación y la superficie. Se valoran todos los detalles: con cuántos metros cuadrados habitables cuenta la vivienda, la iluminación, la distribución, y también otras características como si cuenta con ascensor o el estado de las ventanas.
Una vez ha tenido en cuenta todos estos parámetros, el tasador los compara con el mercado general y los precios fijados por otros tipos de empresas. El objetivo es conocer los precios generales de las viviendas con características similares que se encuentran en la misma zona.
Con todos los datos recogidos, el tasador realizará un informe con el valor que considera adecuado para la vivienda, siempre teniendo en cuenta que este informe esté realizado según la normativa vigente y de acuerdo a los índices de calidad que sean necesarios.
Aspectos en los que se fija el tasador
Existen cuatro aspectos fundamentales en los que se fija el tasador a la hora de realizar el informe de tasación de una vivienda. Estos aspectos están ligados tanto a la vivienda como a su entorno más inmediato.
- Identificación de la vivienda a tasar y valoración de su situación geográfica con la dirección exacta de la misma.
- Valoración de la situación urbanística. Es decir, sobre qué tipo de suelo está construida, leyes relacionadas con las carreteras, costas, etc.
- Comprobación de la situación jurídica. Es necesario comprobar que no cuenta con ninguna carga o si lo hace determinar el tipo de la misma (hipoteca, protección, etc.).
- Conocimiento de su estado de ocupación. Es decir, si la vivienda está o no ocupada y bajo qué tipo de condiciones.
Características físicas de la vivienda a comprobar por el tasador
Una vez realizado el paso anterior, el tasador también debe fijarse en unas características físicas determinadas de la vivienda para proceder a la correcta tasación de la casa:
- Características del edificio en el que se encuentra la vivienda.
- También características del entorno en el que se encuentra (comunicaciones, cercanía a servicios, etc.).
- Estado de la vivienda a valorar (orientación, luminosidad, conservación general y de los elementos, etc.).
- Características del segmento del mercado inmobiliario de la vivienda.
Así se fija la tasación de una casa
Por último, una vez comprobados todos los aspectos anteriores, el especialista procederá a realizar la tasación de la casa. Se debe tener en cuenta que el valor dependerá del tipo de activo y de la finalidad de la valoración. Por ejemplo, si es para que el banco conceda una hipoteca se suele tener en cuenta:
- La comparación del inmueble con otros similares en la zona.
- El valor máximo legal (para viviendas de protección oficial).
- Valor de mercado según las rentas, si la vivienda está alquilada.
- El valor técnico (lo que costaría reemplazar la vivienda por una de características similares).
Después de tener en cuenta todo esto, el tasador procede a realizar el informe legal con el valor de tasación, que será entregado al propietario.
