Tras el 26-M, ¿qué propone cada partido en materia de vivienda?

Tras el 26-M, ¿qué propone cada partido en materia de vivienda?
27 mayo, 2019 REDPISO

Los madrileños han hablado y, mediante su voto, han decidido que sea el bloque del centro-derecha quien gobierne durante los próximos años tanto en la Comunidad como en la capital tras las elecciones del 26-M. A este escenario se llega pese a la insuficiente victoria de Manuela Carmena (Más Madrid) y al descenso de votos del PP. Precisamente, los populares tendrán que pactar con Ciudadanos y con Vox (algo que previsiblemente sucederá) para mantener el gobierno de la Comunidad y recuperar el Ayuntamiento cuatro años después. Ahora bien, una vez se hayan consumado los acuerdos, ¿qué tenemos en materia de vivienda? ¿Cuáles han sido las propuestas de cada uno de los partidos?

Bloque del centro-derecha

Comenzamos por los encargados de conformar la mayoría del Ayuntamiento. Todo indica que el nuevo alcalde de Madrid será José Luis Martínez-Almeida (PP), el gran ganador tras el 26-M. En su programa proponía promover la construcción de 15.000 viviendas en régimen de alquiler a precio tasado y bonificar el IBI para aquellas viviendas vacías que se pongan en alquiler.

Su socia en el Ayuntamiento, Begoña Villacís (Ciudadanos), incluía la erradicación de los diversos asentamientos urbanos de infravivienda dispersos por la ciudad, la lucha contra el sinhogarismo (teniendo como ejes de intervención el alojamiento y el empleo, priorizando que las nuevas plazas de alojamiento sean en viviendas en entornos normalizados en proyectos Housing First y Housing Led), además del Plan Integral de Transformación Urbana de Madrid con ayudas que permitirán actuar sobre un mínimo de 100.000 viviendas.

Por su parte, el último en llegar, Javier Ortega-Smith (Vox), tan sólo hace referencia en este asunto para impulsar un plan antiokupación y proteger la vivienda privada.

Bloque de la izquierda

¿Qué hubiera pasado de haber ganado la izquierda? O, dicho de otra forma, ¿qué medidas se apoyarán desde la oposición? Si hay un gran derrotado después del 26-M es la desde hoy alcaldesa en funciones Manuela Carmena (Más Madrid), que proponía incentivos para el alquiler (bonificación del 50% del IBI para arrendadores que se acojan a la renta limitada y, a la inversa, recargo del 50% del IBI a la vivienda vacía), construcción de un total de 4.000 viviendas públicas a través de la EMVS en suelos de titularidad públicos (destinadas a ser ofrecidas en régimen de alquiler social), y el Plan 30/3000 (sobre un conjunto de 30 parcelas de titularidad municipal con edificabilidad para construir entre 30 y 300 viviendas y con un total de 177.000 m2, se concedería mediante concurso abierto un derecho de uso durante un periodo de entre 50-75 años para construir vivienda, siempre de alquiler).

Por su parte, Pepu Hernández (PSOE) quería impulsar el desarrollo de un parque público de vivienda en alquiler y optimizar el parque residencial de vivienda desocupada mediante la potenciación del Servicio Municipal de Alquiler de la EMVS.

Quien más se prodigó en este aspecto fue Carlos Sánchez Mato (Madrid en pie). Entre las medidas más destacadas de este nuevo partido encontrábamos: profundizar las actuaciones para la limitación de las licencias de las viviendas de uso turístico; crear una Empresa Municipal de Obras y Servicios que se encargue de la rehabilitación, mantenimiento y construcción de edificios y vivienda municipal; imponer unas tasas municipales que fuercen la incorporación al parque público en régimen de alquiler de viviendas deshabitadas propiedad de fondos de inversión, inmobiliarias y bancos y expropiación de las mismas en caso de persistir en el tiempo su acumulación fuera del circuito de venta o alquiler con carácter especulativo.

Además, Madrid en pie quería garantizar que toda persona que tenga que abandonar su vivienda por un desahucio tenga alternativa habitacional, revisando o creando protocolos de coordinación entre EMVS y los servicios sociales gestores de los alojamientos; facilitar la movilización de la vivienda vacía hacia el alquiler con precios asequibles además de desarrollar un mapa de viviendas vacías para identificarlas y, por último, prohibir la venta de suelo y vivienda públicos, reservando un mínimo de un 30% de vivienda pública para alquiler a precio asequible en los nuevos desarrollos urbanísticos.

Estas han sido las propuestas y estos han sido los resultados de las elecciones del 26-M. Veremos, a partir de ahora, cuántas se llevan a la práctica.

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