A punto de superar los tres meses de estado de alarma en España, todos nuestros homenajes se centran en aquellos héroes que, cumpliendo con sus respectivas labores de la mejor forma posible dadas las circunstancias, han hecho posible que tengamos acceso a bienes de primera necesidad como alimentación y medicamentos cada día, así como velar por nuestra seguridad en cualquiera de sus aspectos: sanitarios, policía, bomberos, fuerzas armadas…
Pero hay otro grupo de pequeños héroes que han puesto todo de su parte para hacer esta situación algo más sencilla. Hablamos de los niños, que, de un día para otro, y sin la información de la que íbamos disponiendo nosotros, se han encontrado con que su vida ha experimentado un enorme cambio.
Con la implantación del estado de alarma, se vieron encerrados en casa con todo lo que ello conlleva: no poder acompañar a sus padres a la compra u otros recados; no ir más al colegio (y dar las clases desde casa de una forma completamente nueva); no jugar en la calle ni en el parque, y limitarse a un espacio mucho más concreto; no poder ir a ver a sus abuelos ni tampoco jugar con sus amigos, ni celebrar cumpleaños…
Pero han ido superando los días de la mejor manera, entendiendo que “no se puede salir porque hay un virus”, haciendo el confinamiento mucho menos rutinario y llenándolo de risas y muchos buenos momentos. Por eso, también es justo que le demos las gracias a los pequeños de la casa.
