¿Cómo se enfriaban las casas antiguamente?

¿Cómo se enfriaban las casas antiguamente?
22 septiembre, 2017 REDPISO NEWS
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Hay épocas del año en las que las temperaturas son difíciles de aguantar y el calor se concentra dentro de los hogares. En esos momentos encendemos el aire acondicionado y nos disponemos a pasar una agradable jornada combatiendo el excesivo calor del exterior, pero ¿nunca os habéis preguntado qué hacían nuestros antepasados para enfrentar las altas temperaturas?

Los aparatos de aire acondicionado no existían, pero en la antigüedad también se utilizaban mecanismos y objetos para combatir el calor en las viviendas.

Muchas civilizaciones construían sus casas en cuevas para mantener la temperatura. En inviernos las cuevas resguardaban del frío y en verano mantenían una temperatura fresca, por lo que eran la elección de muchas personas para vivir. En cambio, otras civilizaciones preferían vivir en el exterior y se desarrollaron proyectos urbanísticos y mapas de ciudades en las que las calles generaban corrientes de aire y se disponían las ventanas de forma que se produjesen más fácilmente estas corrientes. También se diseñaron otros sistemas como las “torres de viento”, que consistían en torres con ventilación situadas muy por encima del nivel de las casas para que trasladasen el viento que soplaba más arriba al interior de las viviendas.

Otro de los inventos, sin duda uno de los más conocidos, eran los “pozos de nieve”. Se trataba de estructuras que normalmente se colocaban en los patios de las viviendas y que se destinaban al almacenamiento de nieve para refrescar la casa. La nieve o hielo eran previamente recogidos en las montañas y luego vendidos a los habitantes, que los conservaban en estos pozos con un complejo sistema de tapado y desagüe para que aguantara más tiempo. El negocio de la nieve alcanzó gran esplendor en la antigüedad para refrescar las viviendas y se empezaron a conservar los alimentos cerca del frío, convirtiéndose estos pozos en los predecesores de las neveras.

Durante varios años se intentaron crear máquinas que refrescasen los hogares y las fábricas y, tras varios intentos, se llegó al aparato de aire acondicionado que conocemos hoy en día.