
Con la llegada del mal tiempo, secar la ropa se convierte en una de las tareas más complicadas del hogar. Las lluvias, la humedad y la falta de sol hacen que lo que antes se secaba en pocas horas pueda tardar días. Además, si no se tiende correctamente, es habitual que aparezcan olores desagradables o que la ropa quede rígida.
Por suerte, existen hábitos sencillos que pueden acelerar el secado incluso en los meses más lluviosos.
Saca la ropa de la lavadora inmediatamente
Dejar la ropa dentro acumula humedad y facilita la aparición de malos olores. Cuanto antes la tiendas, mejor se secará.
Aprovecha el centrifugado al máximo
Cuanto más agua expulse la lavadora, más rápido secará la ropa.
Utiliza el centrifugado alto para toallas, vaqueros y prendas gruesas, y uno medio para prendas delicadas.
Tiende en el lugar más ventilado de la casa
Aunque llueva, una buena circulación de aire es más importante que el sol. Sitúa el tendedero en:
Galerías o balcones cubiertos
Junto a ventanas abiertas
Pasillos con corriente natural
La ventilación constante es clave para un secado eficaz.
Separa bien las prendas y evita los pliegues
Cuanta más superficie quede expuesta al aire, antes se secará la ropa.
Extiende cada prenda con espacio entre sí y evita montones o solapamientos.
Usa perchas para camisas, sudaderas y abrigos
Tender en percha facilita la circulación del aire y ayuda a mantener la forma de la prenda. Además, reduce la aparición de arrugas.
Da la vuelta a las prendas gruesas cada pocas horas
Vaqueros, sudaderas o toallas retienen mucha humedad. Girarlas a mitad del proceso acelera el secado y evita zonas húmedas persistentes.
Coloca el tendedero cerca de fuentes de calor (pero no encima)
Zonas recomendadas:
Cerca de un radiador
Al lado de una estufa
En una habitación con calefacción
En baños con calefacción o extractor
Evita poner la ropa encima del radiador para no dañarla.
Usa un deshumidificador si el ambiente es muy húmedo
Un deshumidificador puede reducir drásticamente el tiempo de secado, ya que extrae la humedad del ambiente. Es uno de los métodos más eficaces en invierno.
Si la habitación no tiene ventilación, la humedad se quedará dentro y la ropa tardará mucho más en secarse.
Secar la ropa en invierno es posible con los hábitos adecuados
Aunque la lluvia y la humedad compliquen la tarea, aplicar estos trucos puede marcar la diferencia entre una colada fresca y una que tarda días en secarse. Pequeños gestos que ayudan a mantener la ropa limpia, sin olor y lista en menos tiempo, incluso en los meses más fríos.



