
Las patatas a lo pobre son uno de esos platos que demuestran que la cocina más sencilla puede ser también la más sabrosa.
Originarias de Andalucía, esta receta tradicional se prepara con solo cuatro ingredientes básicos que casi siempre tenemos en casa: patatas, cebolla, pimientos y aceite de oliva.
Perfectas como acompañamiento o plato principal, son una opción económica, reconfortante y 100 % casera.
Ingredientes principales
Para dos o tres personas necesitarás:
4 patatas medianas
1 cebolla grande
1 pimiento verde (también puedes añadir uno rojo si quieres más color)
Aceite de oliva virgen extra
Sal al gusto
Opcionalmente, puedes añadir ajo, perejil o un chorrito de vinagre para darle un toque extra de sabor.
Preparar los ingredientes
Pela las patatas y córtalas en rodajas finas, de medio centímetro aproximadamente.
Haz lo mismo con la cebolla y el pimiento, cortándolos en tiras.
Cocinar a fuego lento
En una sartén grande, añade abundante aceite de oliva y caliéntalo a fuego medio.
Incorpora las patatas, la cebolla y los pimientos con una pizca de sal.
Remueve suavemente y tapa la sartén para que se cocinen en su propio vapor.
El secreto está en el fuego suave: deben pocharse, no freírse.
Así, las verduras quedarán tiernas y jugosas, sin quemarse.
Escurrir y servir
Cuando las patatas estén blandas y ligeramente doradas (unos 25 – 30 minutos), retíralas con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Sírvelas calientes, acompañadas de huevo frito, chorizo, jamón o incluso pescado. También están deliciosas solas, con un toque de pan recién hecho.
Consejos para que queden perfectas
Usa aceite de oliva suave, ya que potencia el sabor sin enmascarar el de las verduras.
Si quieres que queden más ligeras, puedes cocinarlas en el horno a 180 °C durante 40 minutos.
Para un acabado más sabroso, añade una cucharadita de pimentón dulce al final de la cocción.
Las patatas a lo pobre ganan sabor si reposan unos minutos antes de servirlas.
Una receta con historia y corazón andaluz
Este plato nació como una receta de aprovechamiento en el campo andaluz, donde los jornaleros cocinaban con lo que tenían a mano.
Hoy es un clásico de la gastronomía española, presente en bares y hogares por su sencillez, su aroma inconfundible y su bajo coste.
En tiempos donde ahorrar sin renunciar al sabor es clave, las patatas a lo pobre son un ejemplo perfecto de que la cocina humilde también puede ser gourmet.



