
Con la llegada del frío, los hogares españoles se preparan para el aumento del consumo energético. La calefacción, la iluminación y el uso de electrodomésticos disparan la factura mensual, especialmente en invierno.
La clave está en lograr la eficiencia energética, es decir, gastar solo lo necesario sin renunciar al confort. Por suerte, hoy existen gadgets inteligentes que ayudan a controlar el consumo y optimizar el uso de la energía.
Bombillas LED: pequeñas, duraderas y muy eficientes
Cambiar las bombillas tradicionales por luces LED puede reducir el gasto eléctrico hasta en un 90 %.
Estas bombillas consumen entre 8 W y 12 W, frente a los 60 W de una incandescente. Además, su vida útil alcanza entre 15.000 y 50.000 horas, lo que equivale a unos 20 años de uso si se encienden tres horas al día.
Aparte del ahorro, las LED mantienen la luminosidad y generan menos calor, contribuyendo también a la eficiencia térmica del hogar.
Enchufes inteligentes: control total del consumo
Los enchufes inteligentes permiten apagar o encender dispositivos a distancia, programar horarios y monitorizar el consumo desde una aplicación móvil.
Su mayor ventaja es eliminar el consumo fantasma, ese gasto silencioso que generan los aparatos “apagados” pero conectados.
Según la OCU, este consumo puede representar hasta un 11 % de la factura eléctrica, unos 50 euros al año.
Con un precio medio de 15 euros por unidad, los enchufes inteligentes son una inversión económica que se amortiza rápidamente.
Regletas con interruptor: la versión sencilla del control energético
Una regleta con interruptor cumple la misma función que un enchufe inteligente, pero de forma manual.
Permite cortar el suministro eléctrico de varios aparatos a la vez, evitando el gasto innecesario.
No requiere instalación ni conexión a Internet, por lo que sigue siendo una opción práctica y económica.
Termostatos inteligentes: calor solo cuando lo necesitas
En los hogares con caldera, el termostato inteligente es el gran aliado del ahorro.
Estos dispositivos permiten programar la calefacción por horarios y días, ajustar la temperatura desde el móvil y adaptarse al uso real de la vivienda.
La OCU estima que su instalación puede reducir el gasto en calefacción entre un 20 % y un 40 %, manteniendo la casa a una temperatura óptima de 21 °C.
Su precio ronda los 200 euros, aunque los modelos más avanzados aprenden los hábitos del usuario para optimizar aún más el consumo.
Cabezales de ducha de bajo flujo: menos agua, mismo confort
El 20 % del agua doméstica se utiliza en la ducha, y casi siempre con agua caliente.
Los cabezales de bajo flujo mezclan aire y agua para mantener la presión reduciendo el caudal a entre 6 y 9 litros por minuto.
Según el IDAE, este pequeño cambio puede suponer un ahorro del 30 % al 50 % en agua caliente, equivalente a unos 50 euros anuales.
Cortinas térmicas: el truco invisible para conservar el calor
El aislamiento es esencial para mantener el calor sin gastar de más.
Si cambiar las ventanas no es posible, las cortinas aislantes ofrecen una alternativa eficaz y económica.
Gracias a su tejido especial, evitan que el calor se escape en invierno y bloquean la entrada de calor en verano.
El resultado: menos horas de calefacción o aire acondicionado y un hogar más confortable durante todo el año.
Un invierno más eficiente empieza en casa
Ahorrar energía no solo depende de los dispositivos, sino también de los hábitos.
Apostar por gadgets eficientes, apagar lo que no se usa y aprovechar la luz natural puede marcar la diferencia.
Este invierno, la tecnología también puede ayudarte a cuidar tu bolsillo y el planeta



